Dependiendo de la habilidad del Shinigami de comunicarse y controlar al espíritu de su Zanpakutō, ésta puede manifestarse en dos formas adicionales a partir de su estado común (estado sellado). Estas dos formas, conocidas como shikai y bankai, son una suerte de "evoluciones" de la Zanpakutō, que presentan poderes nuevos alejados y muy superiores a los que ofrecería su uso como una simple espada. Los Shinigamis que son incapaces -aún- de comunicarse con su Zanpakutō portan una espada sellada que comparte el mismo aspecto con la del resto de Shinigamis del mismo nivel (y por tanto no ofrecen las pequeñas diferencias estéticas que aportan los estados sellados de las Zanpakutō de los altos cargos) y son llamadas Asauchi.
Shikai
El Shikai (始解, Liberación Inicial) es la primera forma "mejorada" de una Zanpakutō. Para activarlo, el Shinigami necesita aprender el nombre de su Zanpakutō. Esto no es tan fácil como bautizar el arma al antojo de su usuario, ya que el espíritu que habita la Zanpakutō ya tiene un nombre, y es el Shinigami el que debe llegar a conocerlo. Para ello, el Shinigami ha de ser capaz de comunicarse con su Zanpakutō de forma efectiva, siendo capaz de hablar con el espíritu en su mundo interior. La apariencia del mundo interior de una Zanpakutō varía de forma drástica de un Shinigami a otro, siendo tan distintos como los espíritus de las Zanpakutō o los propios Shinigamis, pero en todos ellos habita el espíritu del arma.
El conocimiento del shikai es una muestra del control de una Zanpakutō y aporta un manejo, una efectividad y un poder adicional mucho mayor que el proporcionado por la espada en su forma sellada. No obstante, sólo los Shinigamis de mayor nivel son capaces de desarrollar un shikai, y la capacidad de saber utilizarlo parece ser un requerimiento imprescindible para llegar a ocupar uno de los altos cargos de una división, como son los puestos de Oficiales y Subcapitanes.
Después de aprender el nombre de la Zanpakutō, el shikai puede ser activado tantas veces como se desee simplemente diciendo un comando de activación seguido del propio nombre de la Zanpakutō. Estos comandos son únicos para cada Shinigami, y pueden ser desde verbos en su forma imperativa hasta poemas cortos. El paso de recitar un comando o una frase para mostrar el shikai puede ser eludido por los Shinigamis de más alto nivel, aquéllos que han alcanzado el bankai, y pasar de forma automática de la forma sellada al shikai. En muy raras ocasiones, una vez liberada la Zanpakutō, ésta permanecerá en shikai de forma permanente, aunque lo más normal es que acabe por regresar a su forma sellada una vez que su usuario así lo decida.
Una vez que se ha activado el shikai, la Zanpakutō cambia de forma para acceder a las habilidades especiales que son capaces de realizar. Por lo general, siguen siendo armas de filo similares a la espada, pero existen múltiples excepciones, y lo cierto es que la Zanpakutō puede tomar el aspecto de cualquier otro arma o incluso de objetos o de seres vivos. Las habilidades de una Zanpakutō, como la propia arma, tienen nombres específicos que suelen ser enunciados antes de activarse. Según Zangetsu, la Zanpakutō de Ichigo, la diferencia entre saber o no el nombre de un ataque marca la cantidad de poder que será liberada al usar esta técnica.
Bankai
El Bankai (卍解, Liberación Completa) es la segunda y definitiva evolución de una Zanpakutō. Para alcanzarlo, el Shinigami debe ser capaz de materializar el espíritu de su Zanpakutō en el mundo real y subyugarlo, dándole así al portador todo el dominio posible sobre el poder de la Zanpakutō. Mientras que el shikai se basa en la comunicación entre Shinigamu y Zanpakutō, en el bankai se requiere un control de uno sobre otro. Con esto, se consiguen multiplicar los poderes del Shinigami entre cinco y diez veces respecto a los de un shikai.
El entrenamiento para adquirir el bankai es llargo y muy duro, y requiere muchos años de experiencia en el combate. El bankai es raro entre los Shinigamis, y se haya exclusivamente limitado a los trece Capitanes del Gotei 13. Byakuya Kuchiki llegó a afirmar que entre las cuatro grandes familias nobles de la Sociedad de Almas, sólo nacía una persona con el poder espiritual necesario para llegar al bankai en varias generaciones, y aún así, se requierían largos años de aprendizaje. Sólo Ichigo Kurosaki y Kisuke Urahara han conseguido sus respectivos bankai empleando un método mucho más corto, pero también más peligroso, consistente en forzar al espíritu de la Zanpakutō a materializarse en el mundo real y sometiéndola en un plazo máximo de tan sólo tres días. Además de Ichigo, sólo dos Shinigamis más han logrado acceder al bankai sin ser Capitanes de división, Renji Abarai e Ikkaku Madarame.
Después de que el Shinigami sea capaz de materializar y mostrar su supremacía al espíritu de su Zanpakutō, ésta será capaz de asumir su última y más poderosa forma. Al contrario que ocurre con el shikai, no existe un comando de activación para el bankai, y el usuario simplemente ha de decir "bankai", seguido del nombre completo de la Zanpakutō en su liberación final. Otra diferencia que existe entre el shikai y el bankai es la diferencia de tamaño entre ambos: mientras que el primero suele ser un arma, el segundo es algo mucho más grande, incluida una criatura gigante o un poderoso efecto, y no tiene por qué ser manejado manualmente por el Shinigami. La excepción a esta regla es el bankai de Ichigo Kurosaki, que tiene una forma mucho más compacta de su shikai. Algunos Shinigamis cambian también parte de su vestimenta al liberar el bankai, incorporando ropas que se asemejan a las que viste el espíritu de su Zanpakutō o directamente relacionadas con él. En el bankai, la mayoría de las Zanpakutō adquieren habilidades especiales, que o bien son una versión mejorada de las presentes en el shikai u otras totalmente nuevas. De la misma manera que en el shikai, estas habilidades suelen poseer un nombre que ha de ser enunciado para que sean empleadas en la batalla.
Mantener un bankai activado es algo muy costoso y que consume grandes cantidades de energía al Shinigami, sobre todo debido al enorme espacio que suelen ocupar estas liberaciones. Una vez más, la excepción es Ichigo, debido al pequeño tamaño de su bankai y su mayor manejabilidad, en comparación con los otros ya conocidos. Una señal de que el Shinigami se encuentra muy debilitado, e incluso próximo a la muerte, es precisamente la reversión del bankai en contra de los deseos del usuario a la forma sellada de la Zanpakutō.
Resurrección
La Resurreción (帰刃(レスレクシオン), resurekushion, literalmente "Filo que Regresa") es el nombre que recibe la liberación de un Arrancar. Al tratarse de Hollows que se han quitado sus máscaras y han adquirido poderes de Shinigami, poseen una Zanpakutō y son capaces de realizar una única liberación. Sin embargo, al contrario que las Zanpakutō de los Shinigamis o de los Vizard, las de los Arrancar no son partes del alma del usuario, sino que se tratan de los poderes de Hollow sellados en forma de arma. Al liberar su Zanpakutō de la misma manera que los Shinigamis, los Arrancar simplemente recuperan sus poderes Hollow.
Debido a que sus poderes originales se encuentran sellados en sus Zanpakutō, la liberación de los Arrancar no transforma su arma en algo diferente, sino los que cambian son los propios Arrancar, adquiriendo una apariencia más similar a un Hollow, y permitiendo el uso de sus habilidades libremente. Normalmente, los Arrancar puede regresar a su forma más humana cuando vuelven a sellar sus poderes, pero en caso de perder alguno de sus miembros durante la pelea éstos no regresarán una vez se libere de nuevo la Zanpakutō. La razón de que los Arrancar sellen sus poderes responde a dos motivos básicos: les permite mantener una forma humana y conservar sus poderes en tiempos de inactividad.
En su forma sellada, la Zanpakutō de un Arrancar suele tener también la forma de katana aunque, a diferencia de los Shinigamis, existen muchas más excepciones a esta regla, apareciendo armas selladas con muy distintas formas, alejadas del aspecto tradicional de una espada. En muchos aspectos, la resurrección es una liberación similar al shikai. Al igual que ocurre con éste, para que la liberación Arrancar sea efectiva, se debe pronunciar antes del nombre de la Zanpakutō un comando de activación. Esto ha hecho pensar que quizás exista una nueva liberación de los Arrancar más allá de la resurrección, de forma similar al bankai para los Shinigamis y los Vizard, pero lo cierto es que hasta la fecha no ha habido señal alguna de que exista.
Recientemente en el manga se ha revelado que la Cuarta Espada,Ulquiorra Cifer,puede realizar una segunda resurrección desde su forma liberada llamada resurrección segunda etapa. Según sus propias palabras, él es el único capaz de llegar a este nuevo estado, pero ignoramos si los tres primeros Espada también han alcanzado un nivel semejante por su propia cuenta.